Hay reportajes que hice en el pasado, que marcaron mi
destino. Por ejemplo, el que hoy presento, Berlín (2009). Se nota al ver las
capturas, que mi estilo es influencia directa de la escuela fotográfica
norteamericana. En aquella época, no me interesaba la calidad técnica (hoy
mucho menos) y me dejaba fluir en impulso intuitivos e improvisaciones
selectivas. La perfección para mi es una mala señal, de rigidez, de límites y
de ideologías extremistas.