La Catedral de Palermo de fuerte estilo oriental debido principalmente a su patio interior lleno de palmeras.
Primeramente fue una basílica bizantina, sobre la que, en 1185, el
arzobispo de Palermo mandó levantar un templo de planta basílical con
tres ábsides. El obispo quería competir con la belleza y poder de la
Catedral de Monreale. La catedral palermitana se ha ido reformando a lo
largo del tiempo, con espléndidas mejoras, como el pórtico de 3 arcos, de influencia aragonesa.
Tiene planta de cruz latina, con tres naves divididas por columnas. En
el interior hay múltiples capillas, entre las que destacan la del
Sacramento, por estar decorada con piedras preciosas y lapislázuli y la
de Santa Rosalía, donde se encuentra la talla de la patrona de Palermo.