Quizás suene reiterativo que diga una y otra vez, que me encanta fotografiar iglesias y que amo Nápoles (Napoli). Es indudable que, de esta conjunción, nacen mis mejores reportajes. La fotografía es para mí un bálsamo de frescura, dónde doy rienda suelta a mis sentimientos, porque puedo comunicarme con otras culturas y sus misterios.