Luego de 52 días de confinamiento, he salido a la calle esta
mañana. Primero sentí alegría, después miedo y por último melancolía por ver
que todo había cambiado. Y yo también había cambiado, no era el mismo
fotógrafo, mis capturas de hoy, me recuerdan a las que hacía en los 70.
El hombre ha destruido el planeta, saqueando sus recursos, alimentando su individualismo y su egoísmo. Consumiendo más de lo necesario. Generando con su accionar, la extinción de muchos animales.
El virus nos hace de espejo, mostrando nuestras mezquindades y señalando el fin de una época, el comienzo de otra.
En algún momento seremos libres, ¿pero seremos capaces de transformarnos en seres respetuosos de vivir en armonía, acorde con las leyes de la naturaleza?
El hombre ha destruido el planeta, saqueando sus recursos, alimentando su individualismo y su egoísmo. Consumiendo más de lo necesario. Generando con su accionar, la extinción de muchos animales.
El virus nos hace de espejo, mostrando nuestras mezquindades y señalando el fin de una época, el comienzo de otra.
En algún momento seremos libres, ¿pero seremos capaces de transformarnos en seres respetuosos de vivir en armonía, acorde con las leyes de la naturaleza?