La capilla de Jerusalén es la capilla privada de la familia de
comerciantes Adornes, procedentes de la Génova italiana. La capilla se
inauguró en 1429 y está inspirada en la iglesia del Santo Sepulcro de
Jerusalén. Su arquitectura, diseño y reliquias excepcionales forman una
ilustración extraordinaria de la gran admiración que la familia Adornes
tenía por Jerusalén. El mausoleo, las hermosas cristaleras y la reliquia
de la Santa Cruz son elementos únicos. La capilla privada la sigue
utilizando la familia para eventos religiosos, pero a veces se celebran
también conciertos clásicos o lecturas sobre patrimonio y arte.