Si queremos contar
una historia lo mejor es hacer muchas capturas. Y de eso se trata. La
práctica de múltiples disparos entrena a la mente a observar en un
lapso de tiempo muy pequeño, el mundo que nos rodea. Los parámetros
necesarios de la cámara en cada toma se van automatizando y nos
olvidamos de ella. Cada instante es importante y cada imagen es el
resultado de una comunión con el medio ambiente. Quizás, aunque
pareciera exagerado, se llega con los años, a decir, “yo soy la
fotografía”. Marcus Populus.