Con el trascurrir de
los años las imágenes van mejorando, quizás porque la memoria las
abandona en algún lugar de la mente. Se quedan ocultas pero vivas,
en una suerte de hibernación, hasta que algo las activa… Necio
sería pensar que esos recuerdos puedan borrarse así porque si.
Aunque uno cambia, se adapta a las nuevas exigencias de la vida para
seguir adelante, las raíces de las emociones pasadas aún persisten,
resurgiendo para decirnos “confieso que he vivido”. Marcus
Populus.