Es la sinagoga que mejor
se ha conservado de las cinco que existieron en la aljama segoviana.
Este hecho se debe a la conversión que, en 1410, la llevó a ser iglesia
católica tras los sucesos del Corpus Christi, a quien se advocó la nueva
confesión del templo.
Consta de una sala
hipóstila dividida en tres naves, separadas por arcos de herradura y
pilares octogonales rematados con capiteles de piñas y roleos. Sobre las
naves laterales existe una galería corrida compuesta por arcos de
herradura intercalados con arcos pentalobulados cuyos intradoses están
decorados con palmetas.
Las primeras
documentaciones sobre el templo datan del siglo XIV pero todo parece
indicar que la construcción sería del siglo XIII. Actualmente pertenece a
la Orden de las Monjas Clarisas que son quienes se encargan de su
apertura.